Dada la dificultad inherente a las matemáticas, y que no todos tenemos la misma "predisposición", es importante seguir las indicaciones del profesor sobre cómo hemos de preparar la asignatura. Las matemáticas son una carrera de fondo, la constancia y unos buenos hábitos aseguran resultados, aquí tienes algunos de ellos:

• Durante las clases de matemáticas debes tener sobre tu mesa: el libro de referencia, un cuaderno de actividades y una hoja de "sucio" o borrador. 
• Durante las clases debemos mantener una gran atención y concentración. Si nos perdemos o no entendemos, debemos preguntar. 
• Cuando el profesor te proponga una actividad para efectuar en clase, debes tomar la iniciativa, y tratar de efectuarla en tu hoja de sucio, en ningún caso debes tomarte esos momentos de trabajo autónomo, como momentos para "desconectar" y esperar a que el profesor corrija la actividad, precisamente cuando enfrentas una actividad/problema sin ayuda, es cuando más se esfuerza tu cerebro y, por lo tanto, cuando más aprendes. Una vez el profesor inicia la corrección, la escribiremos/corregiremos en nuestro cuaderno de actividades, lo haremos siguiendo los pasos del profesor y preguntando cuanto sea necesario.   
• Debes tener por rutina el verificar, cada día que has tenido clase, que el cuaderno registra las actividades del día corregidas y “limpias”, si no es el caso, habremos de completarlas ó reescribirlas “a limpio”. Si encontramos dificultades debemos anotarlas y preguntárselas al profesor en la siguiente sesión de clase. Si en la sesión de clase del día se han aprendido nuevos conceptos/procedimientos, conviene repasarlos haciendo alguna actividad del libro ó  repitiendo "sin mirar" alguna de las efectuadas en clase. 
• Es mejor repasar poquitas actividades en diferentes días que pegarse un atracón en un solo día. 
• Cuando recibas resultados de los exámenes, es fundamental que te hagas con una copia de los enunciados y repitas/corrijas aquellas cuestiones en las que has fallado. Te servirá para practicar para un posible examen final, de recuperación o de mejora. 

     Cuando llega un primer suspenso en matemáticas, es fundamental tomar medidas desde ese mismo momento, pidiendo indicaciones al profesor, aumentando la dedicación diaria a la asignatura, y siguiendo escrupulosamente las anteriores directrices. Cuando no se actúa a tiempo, es probable que sigan llegando notas negativas, y que finalmente el alumno se vea tan perdido que desconecte totalmente de la asignatura, siendo ya muy difícil de recuperar. No permitas que pase y coge el toro por los cuernos desde el principio.